Un nuevo consorcio europeo promocionará el uso adecuado de la IA en los medios

El consorcio CREA Trust AI, del que forman parte la red social Panodyssey y la Agencia EFE, nace con la voluntad de crear herramientas y directrices apropiadas para que los medios de comunicación sean parte de un modelo digital de confianza, en especial, ante el potencial de sistemas como la Inteligencia Artificial (IA).

En su desarrollo, cuenta con el apoyo del programa Europe Creative Innovation Lab 1 de la Comisión Europea, dentro de la estrategia digital europea en el sector de los medios de comunicación y la cultura.

El propósito del consorcio es diseñar “soluciones innovadoras” y nuevos modelos de negocio que puedan aplicarse en varios sectores de forma integral, lo que además, según sus desarrolladores, mejorará la competitividad de los creadores profesionales europeos y aumentará la visibilidad del contenido certificado.

Para conocer mejor los principales retos que hay que afrontar en materia de interoperabilidad y propiedad intelectual, el consorcio ha creado un AI LAB abierto a nuevos socios económicos del sector privado, las asociaciones y el sector público, como por ejemplo el canal cultural europeo Arte TV.

El fundador y director general de Panodyssey, Alexandre Leforestier, añadió en un comunicado de prensa que CREA Trust AI es “una nueva ventana en la web para conciliar la ética y la vida digital con total transparencia”, que otorgará “confianza” en el sector de las redes sociales.

“Las tecnologías de IA deben utilizarse con fines beneficiosos. Estamos dispuestos a trabajar con las instituciones europeas y nacionales para encontrar formas de limitar los riesgos asociados a esta revolución digital”, matizó.

En este sentido, la UE trabaja ya en la primera ley integral para regular la inteligencia artificial, un marco normativo con especial énfasis en la protección de los datos personales, ya que prevén el uso masivo de información.

En opinión de Leforestier, las redes sociales deben ser “una herramienta centrada en el bienestar humano y en la capacidad de crear y aprender para desarrollarse y realizarse con total serenidad”.

“El uso de los algoritmos y de la IA debe ser mesurado y proteger la diversidad universal, creando puentes entre culturas y lenguas, liberando las fuerzas creativas sin explotar la capacidad de los cerebros para responder únicamente a las sugerencias de consumo”, concluyó.